La policía nacional relaciona al joven de 20 años que murió en una reyerta en Marítim, en Valencia, el pasado 11 de enero, y a quien se imputó inicialmente el asesinato a navajazos del hombre de 49 años con el que se peleó aquella noche, en la calle de Doctor Maello, está ya implicado en un tercer crimen, el de una mujer de 53 años que apareció con un cuchillo clavado en el cuello en su domicilio de Campanar el pasado mes de junio.
Las investigaciones de la policía van perfilando la actividad de un asesino en serie. Tras el crimen de Marítim, que costó la vida al propio autor, los agentes cotejaron la identificación conocida con las huellas que fueron encontradas en el domicilio de una mujer que murió también en su casa en la calle de Periodista Azzati la pasada primavera. Y resultó ser el mismo autor. Al parecer a aquella mujer la conoció a través de la sección de contactos de un periódico, mientras con el hombre al que asesinó en Marítim contactó a través de internet. El último cruce de información que ha encajado es el de la muerte de Campanar. Las huellas dactilares encontradas en el domicilio de la víctima han resultado ser las mismas. Las investigaciones apuntan a que con ella había establecido una relación personal después de haber realizado un trabajo en su casa, lo que coincide con la actividad que ocasionalmente realizaba el fallecido, y supuesto criminal en serie, de operario en obras.
La policía continúa las investigaciones sobre crímenes sin resolver para comprobar si en alguno de ellos pudo participar el fallecido, del que no constaban antecedentes policiales algunos ni apareció nunca relacionado con actividad delictiva alguna.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2004