El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, declaró ayer en la Cadena SER que la filtración de la noticia sobre la reunión del ex conse ller en cap de la Generalitat de Cataluña Josep Lluís Carod Rovira con altos dirigentes de ETA "es sumamente grave porque lo primero que hay que preguntarse es si se ha estado investigando al dirigente de un partido democrático. Hay fundadas sospechas sobre ello", dijo.
En otro momento explicó que "la pregunta que en estos momentos hay que hacer a la sociedad es si el PP es el que tiene que marcar en cada momento quién y cuándo puede reunirse con ETA". En todo caso, para Imaz, "los problemas de Euskadi y el futuro de la sociedad vasca no los puede nunca definir un encapuchado, ni pueden ser nunca consecuencia de una negociación política con ETA". "En algunos momentos", añadió, "hay que hablar hasta con el diablo, pero, desde luego, yo no estoy dispuesto a que el futuro de la sociedad vasca lo defina una organización terrorista".
El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga (EA), declaró en Bilbao, según informa Efe, que si ETA cometiera ahora un atentado "sería sin duda responsabilidad" de la propia banda, pero el Gobierno central, que preside José María Aznar, tendría "una responsabilidad añadida" por no haber detenido a Mikel Antza y a otros dirigentes etarras a los que, dijo, "ha tenido controlados". Azkarraga se refería a la hipótesis de que los servicios de información hubiesen controlado la reunión de Carod Rovira con los dirigentes de ETA en Perpiñán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2004