Médicos del Instituto de Toxicología comparecieron ante el juez de instrucción número 3 de Guadalajara para ratificarse en sus informes. Según esos informes, no habría evidencia de intervención de terceras personas ni signos de violencia en la muerte de Dónovan Párraga, de 12 años, cuyos restos fueron hallados el 23 de enero de 2003 en una fosa séptica en Trijueque (Guadalajara), casi un año después de su desaparición.
Marcos García Montes, abogado del padre de Dónovan, reiteró su convencimiento de que la muerte del niño podría haber sido un homicidio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2004