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Seguridad para los operarios de carreteras

Los sindicatos exigen mayor seguridad para los operarios de carreteras tras registrarse cuatro atropellos este mes

Los sindicatos consideran que las condiciones de seguridad en que trabajan los operarios encargados del mantenimiento de las carreteras resultan insuficientes. Las centrales exigieron a la Diputación de Guipúzcoa y a las empresas encargadas de estas tareas que refuercen las medidas de protección para evitar accidentes como el registrado el martes en la A-8 (Bilbao-Behobia), en que falleció un trabajador tras ser embestido por un turismo.

Este siniestro se suma a los otros tres atropellos registrados este mes en Guipúzcoa, dos de ellos también en la A-8, con un resultado de cinco trabajadores heridos, y el otro en la N-I, en que un operario perdió una pierna. Unos cien sindicalistas de CCOO, ELA, LAB, ESK y STEE-EILAS se concentraron ayer ante la sede foral para protestar por los accidentes.

El responsable de Seguridad Laboral de ELA, Luis María Arana, reclamó un protocolo específico para los operarios de carreteras que supere la norma estatal y tenga en cuenta aspectos como la orografía y la climatología vascas.

Antonio García, miembro del comité de empresa de Bidelan (la firma privada encargada del mantenimiento y gestión del peaje de la A-8) por CCOO, aseguró que las normas de señalización resultan insuficientes. "Como mínimo, habría que poner las señales de obras un kilómetro antes del punto de trabajo", indicó. García arremetió contra la política de subcontratación de Bidelan, y en último extremo de la Diputación. "Los empleados a veces no tienen la experiencia necesaria", dijo. Los operarios de la A-8 afectados eran subcontratados.

El director de Bidelan, Isaac Loiola, replicó que "no cabe imputar responsabilidad" a su firma, pues cumple las normas de seguridad y señalización de obras, aunque se mostró dispuesto a mejorarlas. Loiola atribuyó los siniestros a "la fatalidad y la coincidencia" de factores ajenos a Bidelan.

En los tres siniestros de la A-8 el firme estaba mojado y los conductores perdieron el control de sus coches, destacó, e instó a respetar las señales y límites de velocidad. [El primer tramo de la A-1, entre Eibar y Bergara, ha soportado una media de 5.347 vehículos al día desde su apertura, el 20 de diciembre].

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de enero de 2004