Don Felipe de Borbón y su prometida, Letizia Ortiz, llegaron pasadas las 14.15 de ayer a Sardeu (Ribadesella) para comer con los abuelos paternos de la novia del Príncipe, con quienes posan en la fotografía, tras pasear por la playa de Santa Marina, donde la prometida del heredero jugaba de niña. Previamente habían abandonado el hotel de La Reconquista, de Oviedo, donde pernoctaron tras celebrar el viernes el 36 cumpleaños de don Felipe con una visita al santuario de Covadonga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de febrero de 2004