La cantante mexicana Thalía (México DF, 1971) está estos días en España para presentar su último Greatest hits, una compilación de los mayores éxitos de la artista, incluyendo los temas de sus telenovelas más populares, como María la del barrio, y la versión del clásico himno de Alaska y Dinarama A quién le importa. De impactante belleza, menuda y enfundada en unos vaqueros y una sexy e impoluta camiseta blanca de tirantes, la intérprete da una tremenda lección de profesionalidad cuando, después de dos días agotadores de promoción, aún tiene fuerzas para fabricar una seductora sonrisa y declarar: "Me gusta experimentar con la vida, porque para eso está uno aquí. Si no qué aburrido sería todo, tan perfecto...".
"Los latinos lo tenemos mucho más difícil. Jennifer López es neoyorquina"
María Ariadna Thalía Sodi Miranda, a quien en casa llaman Yuya, comenzó su andadura artística por iniciativa familiar. Ya con un año anunciaba refrescos en televisión; con cuatro estudiaba ballet y piano, y con poco más se presentaba a todos los casting y concursos de niños prodigio. Esa carrera se fue acelerando cuando la joven comenzó su carrera de solista y trató de hacer de todo a la vez.
Pero su cuerpo le pasó factura en 1996. "Me diagnosticaron fatiga crónica. Llevaba desde los nueve años sin parar y nunca había tenido tiempo para descansar, así que colapsé. El doctor me recomendó reposo pero a los dos meses estaba ya trabajando".
Lo cierto es que Thalía posee un currículo de impresión: a principios de los noventa llegó a España a presentar el programa Vip Noche en Telecinco, junto a Emilio Aragón; su música suena en 180 países, ha grabado sus canciones en tagalo, ya que en Filipinas es una auténtica diosa y posee un montón de galardones. Sin embargo, tras editar en 2003 su primer disco en inglés con resultados más que notables, la cantante reconoce que "mi despegue lo hice en español. Porque, con buenas canciones y buenos músicos y cantando en inglés, con trabajo y tesón cualquiera puede tener un top ten. Pero llevar tu música en español a Grecia o que en Filipinas canten María la del Barrio en español, o que en Francia canten Amor a la mejicana, eso sí que ha sido el despegue para mí".
Y es que, pese a que reside ya la mitad de su tiempo en Los Ángeles y a la relación sentimental que le une al dueño de Sony y ex marido de Mariah Carey, Tommy Mottola, la intérprete de Amor a la me xicana tiene muy claro lo que le cuesta a un latino salir adelante en un mercado, el musical, dirigido por el mundo anglosajón. "Nosotros lo tenemos mucho más difícil, ¿no? Es chistoso cuando ves la expresión boom latino. ¿Qué es boom latino? ¿Marc Anthony? ¡Él nació en Nueva York! Jennifer López es neoyorquina. Ellos no son latinos. Para mí el boom latino sería Alejandro Sanz".
Como buena latinoamericana, Thalía apuesta también por la variedad de ritmos y estilos en su música. "Creo que yo siempre he sido aventurera, camaleónica, mutante y no me caso nunca con un solo estilo. No me da miedo. Hay otros artistas que cuando logran encontrar su fórmula, ya no la abandonan en años. Yo empecé haciendo rock, luego pop, luego baladas, boleros, salsa, cumbia, merengue,... Después rap y ahora estoy haciendo rhythm and blues, disco, dance... La vida es para aventurarse. Es como un banquete: hay que probar de todo".
Siguiendo el manual personal de esta mexicana vitalista "la música es la aspirina para el dolor de cabeza del ser humano. Es lo que te levanta. Te trae recuerdos y sentimientos". Thalía tampoco es amiga de enseñar demasiado sus cartas en cuanto a su futuro musical. "Estoy enamorada de un ritmo nuevo que se está tocando mucho por los undergrounds de Nueva York. ¿Crees que te voy a decir de qué ritmo se trata? ¡Ni con diez tequilas encima...!".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de febrero de 2004