Manuel Doblado, presidente de la Asociación Jubiqué / LUIS MAGÁN
Aparcados a los cincuenta
A Manuel Doblado, que tiene 56 años, la vida le cambió hace cuatro. Fue cuando su empresa le ofreció una prejubilación. Llevaba 38 años trabajando en un banco, donde entró de botones y salió como interventor. Le gustaba lo que hacía y, a pesar de los inconvenientes, sobre todo económicos, que le causaba dejar de trabajar, le convenció la calidad de vida que ganaba a cambio.