La Agencia Tributaria ha puesto en marcha un sistema informático de control, denominado Ilipa -en recuerdo a una batalla ocurrida entre cartagineses y romanos en Alcalá del Río (Sevilla)- que es pionero en España y con el que el pasado ejercicio ha logrado duplicar los resultados de control sobre los fraudes fiscales.
Según explicó el delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Ceuta y Melilla, Jesús Ibáñez, este sistema pionero de detección de fraudes, que permite a Andalucía ser la primera en todo el país en este área de la gestión fiscal y mejorar bastante el control tributario, permitirá aumentar la seguridad en las campañas de Renta, IVA o sociedades.
Este sistema informático, que facilita información de las bases de datos de la Agencia, permite observar y visualizar en una sola pantalla los datos de recaudación y del estado de la campaña tanto en su oficina como en el el resto de las 55 oficinas de Andalucia, detectándose determinados puntos de riesgo, donde se realizan una comparativa de los datos y detectan irregularidades.
Intranet
Este software, con el que se puede hacer un seguimiento quincenal, "garantiza la gestión de forma transparente y práctica y aumenta la eficacia de dicha gestión". Este proyecto se incluye en la intranet de la Delegación Especial andaluza para sus 4.500 trabajadores, que ya está en funcionamiento, tras proveerse de un acceso centralizado y que es la primera que se ha realizado en España.
En ese sentido la intranet, que pretende "ofrecer un modelo de información en el que no se utilice papel" facilitará todos los impresos y documentos a través de la red, ofreciendo información sobre plazos de las convocatorias, calendarios perpetuos, listines telefónicos, formularios o cursos de formación, además de planos de la ciudad y de carreteras, así como información de ocio y servicios. La intranet posee un sistema blindado y grandes medidas de seguridad, de forma que "no han existido problemas de seguridad ni filtraciones de información".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de febrero de 2004