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El fiscal pide 9 años para un acusado de violar a una chica en Benidorm

El inculpado declaró ayer en la vista oral que el sexo fue consentido por ambos

José Luis R. L., acusado de violar en mayo de 2001 a una chica a la salida de una discoteca en Benidorm, declaró ayer ante el tribunal que las relaciones sexuales fueron consentidas por ambos. La víctima, por su parte, manifestó que accedió a los deseos de éste después de que le amenazara con un palo y un ladrillo. El fiscal pide para el procesado, que contaba con 18 años cuando ocurrieron los hechos, una pena de nueve años de cárcel y 3.000 euros de indemnización.

La Sección 3ª de la Audiencia de Alicante celebró ayer, a puerta cerrada, el juicio a J. L. R. L, de 21 años, que presuntamente violó a una chica en los alrededores de la discoteca Mansión de Benidorm, el 13 de mayo de 2001.

Tras la conclusión de la vista oral, el abogado de la defensa, Gabriel Moratalla, informó de que el procesado negó los hechos durante la sesión y afirmó que las relaciones sexuales fueron consentidas.

La víctima, por su parte, reiteró su denuncia inicial y manifestó que el imputado le amenazó con una piedra si no sostenía relaciones sexuales con él. La pareja se conoció en el aparcamiento de la citada discoteca, ubicada en la avenida de la Comunidad Valenciana, en Benidorm, donde fueron presentados por un amigo en común. Allí, según consta en el escrito provisional del fiscal, el procesado invitó a la chica a reunirse con unos amigos. Después ambos se marcharon a una zona cercana. Ya solos, los chicos comenzaron a besarse y a realizar tocamientos. Pero cuando el imputado comenzó a bajarle los pantalones, la víctima le expresó su intención de dejarlo y marcharse.

Fue entonces cuando el procesado agarró un palo y un ladrillo de las inmediaciones y le espetó: "Si no lo haces por las buenas lo harás por las malas". Ante "el temor", la víctima se tiró al suelo; luego, el procesado la agarró por las piernas y la arrastró. Acto seguido, el enjuiciado se bajó los pantalones y la penetró en varias ocasiones, hasta que la muchacha se lamentó que le dolían los ovarios.

Según la calificación provisional del ministerio público, los hechos son constitutivos de un delito de agresión sexual por el que le reclama una pena de nueve años de cárcel. Además, el fiscal solicita en concepto de responsabilidad civil una suma de 3.000 euros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de febrero de 2004