Al margen de sus propios impuestos y de los compartidos con el Estado, las comunidades autónomas tienen, desde 2001, varios impuestos cedidos. Se trata de patrimonio, sucesiones y donaciones, el juego, las transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados y los impuestos especiales sobre determinados medios de transporte y sobre las ventas minoristas de determinados hidrocarburos.
Frente a la determinación del PP de eliminar sucesiones, el PSOE incluye una reforma de este tributo que supone su eliminación para las rentas medias y bajas. La propuesta pasa por elevar los mínimos exentos, reducir los tipos que se aplican, hasta llegar a un 85%, y establecer un tipo único.
Cataluña no es la primera comunidad que reforma este tributo. La primera fue Andalucía, que ha procedido a una supresión parcial a partir de 2004 con varias condiciones: el total de la herencia debe ser inferior a 500.000 euros y cada heredero debe percibir menos de 125.000 euros, tiene que residir en Andalucía, ser pariente directo del fallecido y su patrimonio previo debe ser inferior a 402.678 euros.
Aragón ha aprobado una reforma en varios aspectos. Este año, eximirá del tributo a menores de 18 años hasta un límite de tres millones de euros y a todas las personas con una discapacidad mayor del 65%. Además, el dueño de un negocio familiar podrá donarlo a sus herederos en vida, con exenciones del 95% en sucesiones. La donación se prevé a partir de los 65 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de febrero de 2004