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El Teatro de Madrid acoge otro 'lope de vega'

El Teatro de Madrid también se ha decantado por la obra de Lope de Vega. Adrián Daumas dirige la versión de El castigo sin venganza que ha escrito Rafael Pérez Sierra. Se trata de "una obra compleja en cuanto al contenido que desarrolla", opina Daumas; por eso, el espacio escénico está libre de ornamentos, "para no distraer la atención de los diferentes temas de la obra y su evolución".

El director ha elegido profundizar en los aspectos más polémicos del texto de Lope, tales como el amor filial o la psicología de la mujer enamorada, "sin olvidar el cuestionamiento de los valores políticos y morales de los dirigentes o el encumbramiento social de una nueva aristocracia arraigada en el poder económico".

La historia del Duque de Ferrara (en cuya piel se mete Manuel Navarro); su esposa, Casandra (Lidia Navarro), y su hijo Federico (Daniel Ortiz) regresa a la capital 25 años después de que Miguel Narros la dirigiese en el Teatro Español.

Esta versión "actualizada" de la compañía de Adrián Daumas es "sencilla y minimalista", y se apoya en la propia tragedia que narra el autor y en el trabajo actoral. "Hemos respetado el verso de Lope sin tender a la prosa y lo hemos acercado un poco al espectador, pero sin modernizarlo", apostilla el director.

Para Rafael López Sierra, El castigo sin venganza "es una de las obras mejor construidas de Lope y su poesía, tan alta, tan aquilatada como las mejores piezas de su poesía lírica". López reconoce que su admiración por la fogosidad y la vitalidad del teatro de Lope le incapacitan para ver posibles defectos. "Si los tenía, esperaba a que otros me los descubrieran, y, aun así, no acababa de reconocerlos", dice sin tapujos.

El director del montaje, de 40 años, ha elegido por vez primera un clásico español después de muchos años dirigiendo textos de Shakespeare, Corneille o Marivaux.

El castigo sin venganza. Teatro de Madrid. Avenida de la Ilustración, s/n. Hasta el 29 de febrero.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de febrero de 2004