Caetano Veloso pasa el mes de febrero de vacaciones en su casa de Salvador de Bahía. Con él se ha podido llevar Letra só (Companhia das Letras), un libro que contiene las letras de 180 de sus canciones revisadas y corregidas por él mismo y el poeta Eucanaã Ferraz, profesor de Literatura de la Universidad Federal de Río de Janeiro, que las ha agrupado en 17 categorías. En un apéndice separado de 79 páginas, Sobre as letras, Caetano cuenta cómo y por qué (o para quién) escribió 54 de esas canciones. Su próximo disco, A Foreign Sound, con clásicos de Cole Porter, George Gershwin o Duke Ellington, saldrá a la venta en marzo. Algunas de esas canciones en inglés -como Love me tender o Come as you are de Nirvana- han sonado ya en el Baretto del elegante hotel Fasano, contruido en São Paulo por el arquitecto Isay Weinfeld con el "espíritu de los años treinta", y el sueño de Rogério Fasano, miembro de una familia de origen italiano ligada a la gastronomía más refinada en la megalópolis brasileña. Las pudieron escuchar quienes desembolsaron los 500 reales -alrededor de 150 euros- que costaba formar parte del reducido grupo de 70 personas con acceso a cada uno de los 14 recitales de una hora. La recaudación se ha destinado íntegramente a un hospital para enfermos de cáncer sin recursos económicos. Entre los temas interpretados por Caetano Veloso, en compañía de su hijo Moreno al chelo, pandereta y timbal y de Domênico Lancelotti (batería electrónica), Pedró Sá (guitarra eléctrica) y Jorge Helder (contrabajo), hubo una composición inédita, Diferentemente, en la que dice: "A diferencia de Osama y Condoleezza, yo no creo en Dios".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de febrero de 2004