Tras una semana de intensa campaña promocional sobre la colección de películas de cine en DVD, tras más de un mes de análoga campaña sobre la Enciclopedia EL PAÍS-Salvat, los asiduos lectores de EL PAÍS estamos hartos de que domingo tras domingo nos resulte casi imposible comprar lo único que deseamos: el periódico, y nada más. Ni DVD, ni enciclopedias, ni libros de aventuras.
Bastante tenemos con soportar el constante bombardeo de colecciones kakfianas de artículos tan útiles e interesantes de coleccionar como sacacorchos, bolas de cristal con nieve, taxis de todo el mundo, figuras de porcelana y un largo etcétera.
A las 9:45 am de hoy domingo, 1 de febrero, y como viene siendo habitual en estas últimas semanas, no he conseguido en ninguno de los quioscos cercanos comprar la edición dominical de EL PAÍS, que para muchos es una ilusión que anticipamos durante toda la semana. La respuesta es "se me han terminado", o "los tengo todos reservados"; posiblemente para personas que toman el DVD o el tomo de la enciclopedia y tiran el periódico a la basura. Lamentable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de febrero de 2004