La compañía aseguradora del Prestige, The London Steaming Owners Mutual Insurance Limited, no acudió ayer a la vista oral celebrada en Bilbao de la demanda presentada contra ella por un surfista de Getxo afectado por la marea negra del petrolero hundido. Tanto la tabla como el traje de neopreno del demandante, Íñigo Onaindia Calvo, resultaron dañados por el chapapote cuando practicaba ese deporte el pasado julio en la playa de Sopelana.
La juez de Primera Instancia número 8 de Bilbao, María José Galindo Olea, declaró ayer en rebeldía procesal tanto a la aseguradora del Prestige, como a sus representantes (consignatarios) en Bilbao, el bufete Bereincua Hermanos SL, que tampoco acudieron al juicio. Este bufete había sido citado por el demandante como testigo para que explicase su relación con la aseguradora londinense.
Onaindia sostiene en su demanda que la tabla y su traje de neopreno, comprado pocos días antes, quedaron completamente inutilizados por el fuel. La demanda fue presentada inicialmente en un juzgado de Getxo, donde reside el joven. Después fue remitida a los juzgados competentes, en Bilbao, donde fue admitida a trámite por la juez el 21 de noviembre.
La vista oral apenas duró media hora. Junto al testimonio del joven surfista, comparecieron como testigos otro practicante de este deporte que le acompañó el 10 de julio a la playa de Sopelana y una joven que ese día paseaba por el arenal vizcaíno, según explicó el letrado del demandante tras la vista oral. Onaindia, que reclama 470 euros por los daños en su material, se ratificó en todos los extremos de la demanda.
El letrado del surfista insiste en que, pese a que está abierta una causa penal contra el capitán del Prestige, Apostolos Mangouras, en Corcubión (A Coruña), no hay impedimento para la reclamación civil, lo que deberá determinar ahora la juez después de que el caso quedara ayer visto para sentencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de febrero de 2004