Fue el propio presidente de la Junta de Castilla y León quien dejó la pregunta en el aire: si las estadísticas dicen que en España existen tantos teléfonos móviles como ciudadanos, ¿dónde está el de Javier Marías? El hecho se produjo durante la entrega del premio de periodismo Miguel Delibes, dotado con 6.000 euros y una escultura de Cristóbal Gabarrón, otorgado en su octava edición al escritor madrileño por dos artículos publicados en septiembre y octubre en el suplemento dominical de EL PAÍS. Juan Vicente Herrera planteaba el interrogante a Marías, que suele presumir de no haber tenido jamás un móvil y de escribir sus artículos y novelas a la vieja usanza: con máquina de escribir y haciendo a mano las correcciones. Arropando al escritor, que dijo que era el primer premio que obtenía gracias a un artículo periodístico, hubo más políticos que representantes de los medios de comunicación, hecho que puede guardar relacion con la campaña electoral. Desde Ángel Villalba, secretario regional de los socialistas, hasta Antonio Silván, el portavoz de la Junta, pasando por casi todos los que necesitan estos días hacerse notar. Entre los no políticos se pudo ver a Victorino González, el nuevo presidente de Caja España, que daba su primer discurso como tal en el salón de actos de la entidad. Todos ellos convocados por la Asociación de la Prensa, que, a falta de un equipo dispuesto a hacerse con el mando, estuvo representada por una comisión gestora. Durante la entrega del premio y el cóctel posterior, no sonó ni un solo teléfono móvil. Al silencio que tantas veces reivindica Javier Marías seguro que contribuyó el hecho de que, en el lugar donde se celebraba, no había cobertura.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de febrero de 2004