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54º FESTIVAL DE BERLÍN

Jack Nicholson afronta con ironía el paso del tiempo

El actor recibe la Cámara de Oro en Berlín

Tal vez la calidad de un actor se pueda medir también por sus discursos de agradecimiento a la hora de ser homenajeado. El de Jack Nicholson fue perfecto cuando el miércoles por la noche recibió la Cámara de Oro, un premio concedido fuera de la programación oficial del festival de cine de Berlín por una revista de televisión. "Hablo poco alemán. Chuletón y patatas, una cerveza, una señorita, un cuarto", se limitó a decir Nicholson, tras recibir con amplia sonrisa un beso de felicitación de la modelo Claudia Schiffer. Acto seguido, se marchó, antes aún de que también fueran premiados Sylvester Stallone y Tony Curtis.

Pero es que Nicholson ya no está para estos trotes. Tiene 48 años de carrera a cuestas y es un gigante del cine. A Berlín ha venido para presentar y promocionar Cuando menos te lo esperas, toda una comedia romántica dirigida por Nancy Meyers, que se estrena en España el próximo día 13. El actor interpreta a un mujeriego entrado en años que encuentra su redención en el amor a una escritora también mayor, magistralmente interpretada por Diane Keaton. Nicholson niega un trasfondo autobiográfico. "Sucede que, en cualquier papel que se interprete, siempre hay un 85% exactamente idéntico a uno mismo. Es el restante 15% el que hay que explorar como actor", explicó durante un encuentro con un grupo de periodistas. ¿Y cuál es, entonces, aquel 15% ajeno a él en Cuando menos te lo esperas? "Un hombre resuelto a no adquirir ningún compromiso, que hasta cierto punto piensa que las mujeres son tan sólo un adorno, y que además sufre un ataque cardiaco", indicó.

Nicholson rechaza que el mensaje de Cuando menos te lo esperas sea profundamente conservador. "Antes que nada, nómbreme otra comedia romántica de los últimos diez años en la que los dos protagonistas principales sean mayores de 40 años. No existe", respondió a un periodista. "Tampoco ha habido una película en la que la relación amorosa se inicie con la hija y termine con la madre, ni un personaje masculino tan abiertamente libertino. En definitiva, no es una película conservadora", sostuvo.

Ya su filme A propósito de Schmidt giraba en torno al envejecimiento. Y eso que Nicholson, que en abril cumplirá 67 años, nunca ha querido caer en los estereotipos de la tercera edad. "Siempre he evitado tópicos al estilo de 'recuerdo aquella vez' o 'cuando yo fui joven'. No obstante, también es cierto que uno no se puede resistir ante lo inevitable. No me gusta pensar demasiado en ello, pero es un hecho que uno ya no tiene la misma capacidad respiratoria que antes, que hay que cambiar de vida", admitió.

Tras tres años y medio de trabajo casi ininterrumpido, ahora pretende descansar un poco. "Nunca me había sucedido que me imaginara que éste pudiese ser mi último filme. Siempre pensé que seguiría trabajando y viviendo hasta el infinito. Ahora, de cuando en cuando, en una jornada muy dura, por ejemplo, me pongo a pensar en cuánto tiempo más podré seguir a este ritmo. Me da vueltas y vueltas en la cabeza. Después de Cuando menos te lo esperas, en un sentido muy real, me he propuesto averiguar quién es Jack Nicholson, hoy por hoy", reflexionó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de febrero de 2004