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LA POSGUERRA DE IRAK

Un tribunal alemán absuelve a un implicado en el 11-S

La Audiencia de Hamburgo absolvió ayer, por falta de pruebas y en aplicación del principio jurídico in dubio pro reo (en caso de duda, a favor del acusado), al marroquí de 31 años Abdelghani Mzoudi, acusado de pertenecer a una asociación terrorista y complicidad en 3.066 asesinatos de los atentados del 11-S en Nueva York. Al concluir ayer el proceso, el juez se dirigió al acusado: "Usted ha quedado absuelto. Puede que sea para usted motivo de alivio, pero no de júbilo". Añadió el magistrado que el tribunal falló la absolución "no por estar convencido de su inocencia, sino porque las pruebas no fueron suficientes" para una condena. El proceso de Hamburgo puede entrar en la antología de los despropósitos y servir de paradigma de las dificultades de la justicia para encontrar la verdad en medio de una maraña de intereses de Estado, servicios secretos y toda clase de testigos más o menos falsos. Al final, al tribunal de Hamburgo no le quedó otra alternativa que tirar la toalla y reconocer su impotencia.

Mzoudi vivía en la casa de Hamburgo en la que se movía Mohamed Atta, el aparente jefe de la operación que concluyó con dos aviones estrellados contra las Torres Gemelas en Nueva York. Mzoudi llegó a Alemania en 1993 para estudiar, se vinculó a grupúsculos islamistas radicales y el año 2000 viajó a Afganistán, donde recibió formación militar en los campos de Al Qaeda.

Por la casa de Hamburgo circulaban Atta y otro de los pilotos suicidas. Junto con su compatriota Monir el Motassadeq, Mzoudi estampó su firma en el testamento del piloto suicida Atta. La fiscalía acusó a Mzoudi de haber realizado trabajos de logística para el comando que atentó en Nueva York. La declaración de un preso en poder de EE UU sirvió de argumento de descargo a Mzoudi, pero las autoridades norteamericanas jamás permitieron a la justicia alemana interrogar al testigo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de febrero de 2004