La balanza parece que finalmente se ha inclinado en beneficio del gobierno socialista en el Ayuntamiento de Simat de la Valldigna. El acercamiento entre el PSPV y el Bloc es ya más que evidente y, aunque falta por perfilar el acuerdo, se desvanece la posibilidad de que los nacionalistas den su apoyo al resto de grupos de la oposición (PP y Arc Iris) en una posible moción de censura.
El giro de las negociaciones se produjo el pasado sábado, cuando el alcalde, Vicent Palomares, anunció su renuncia al acuerdo que había firmado con Iberdrola y la Generalitat para autorizar el paso de la línea de alta tensión por el municipio. Éste fue el detonante de la crisis municipal, ya que el alcalde no contaba con el apoyo del pleno para ratificar el convenio, y el motivo que llevó a la oposición a entablar conversaciones para formar un gobierno tripartito y desbancar a Palomares de la alcaldía. En una reunión mantenida la noche del jueves hubo una nueva aproximación de posturas entre socialistas y Bloc. "La voluntad es buena y el clima se ha normalizado", dijo ayer Palomares. Ahora bien, el Bloc mantiene su exigencia de pedir la dimisión del alcalde como condición para entrar en un gobierno conjunto, una medida que los socialistas rechazan de forma tajante. La segunda posibilidad sería que las dos formaciones se repartieran la alcaldía en lo que queda de mandato.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de febrero de 2004