Ajeno a la bonanza deportiva, el polvorín social sigue activo en el Valencia. El consejo de administración puede cambiar a final de curso y, a la vista de dimisiones o elecciones, unos diez grandes accionistas han creado un sindicato para frenar la llegada del ex presidente Francisco Roig a la directiva.
Bajo el respaldo de Bautista Soler, el segundo máximo accionista, tras Roig, el colectivo ha reunido 54.000 títulos, por los 45.000 del ex dirigente, con el compromiso de no venderlos a nadie fuera del mismo y de mantener la unidad durante diez años en contra de las propuestas de Roig. El protocolo tiene que ser ratificado por un notario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de febrero de 2004