Las acciones de Ericsson, el mayor fabricante mundial de redes sin hilos, se dispararon ayer un 16% en Bolsa, su máximo en 22 meses, después de que la compañía sueca anunciara su primer beneficio trimestral desde 2001. El resultado neto alcanzó 142 millones de coronas (unos 15,57 millones de euros) en el cuarto trimestre del año pasado, frente a la pérdida de 8.300 millones de coronas (910 millones de euros) sufrida en idénticos meses de 2002.
El drástico ajuste laboral llevado a cabo por Ericsson y la recuperación de la demanda le han permitido salir de los números rojos. La compañía contaba a finales de 2003 con 51.583 empleados, frente a los 105.000 que tenía hace tres años. El consejero delegado del grupo, Carl-Henric Svanberg, planea reducir la plantilla hasta 47.000 trabajadores, el nivel más bajo en 36 años.
Los fabricantes de equipos como Ericsson, Nortel y Nokia se están viendo beneficiados por el aumento de las inversiones en redes de alta velocidad de clientes como Verizon Wireless. Las acciones de Nokia, por ejemplo, subieron ayer un 4,2%. Las ventas de Ericsson en el cuarto trimestre cayeron un 1%, hasta 36.230 millones de coronas (unos 3.972 millones de euros), la menor caída desde que la compañía entró en pérdidas en el primer trimestre de 2001.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de febrero de 2004