El Festival de Cannes se llevó el estreno europeo de Diarios de motocicleta, dirigida por Walter Salles, pero la Berlinale presentó ayer Viajando con Che Guevara, un documental de Gianni Miná sobre el rodaje de esta misma película. A la proyección asistió Camilo Guevara, hijo del mítico revolucionario, y Alberto Granado, quien en 1952 acompañó al Che en el viaje por Suramérica recreado en Diarios de motocicleta. "Coincidíamos mucho en todas las cosas que nos gustaban, y en las que no nos gustaban, también", bromeó Granado, argentino también y residente desde hace décadas en Cuba, en un inicio por invitación del Che Guevara.
A sus 81 años, Granado sigue siendo un hombre muy vital. Durante el rodaje de Diarios de motocicleta, acompañó y asesoró a Walter Salles en Argentina, Chile y Perú. La experiencia ha sido tan intensa que a veces Granado cree haber entrado en una máquina del tiempo. "Temo despertarme un día de estos y estar vendiendo medicinas en una plaza de pueblo, como lo hice 50 años atrás", se soltó a contar.
En el documental se le ve absolutamente feliz, encaramado en una réplica de La Poderosa, la motocicleta con la que los dos jóvenes iniciaron su periplo. Y los viajes le siguen gustando.
Hubiera querido estar también en el Festival de Sundance (EE UU), donde se presentaron ambas películas. "Pero no me dieron el visado. Aunque puede que haya tenido que ver el que tardamos mucho en hacer los papeles. Tampoco hay que echarle al imperialismo la culpa de todo", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de febrero de 2004