La propuesta de "tolerancia cero" para la conducción bajo los efectos del alcohol, defendida por la titular del Departamento de Interior, Montserrat Tura, no cuenta con el apoyo del consejero de Agricultura, Antoni Siurana. Ayer, en Vilafranca del Penedès, Siurana dejó claro que no comparte esta propuesta, que en la práctica supondría una fuerte limitación al consumo de bebidas alcohólicas durante las comidas, antes de conducir, para que la tasa de alcoholemia fuera siempre negativa. Además de no secundarla, el consejero la calificó de inviable.
Siurana realizó estas manifestaciones justo en el momento en que el sector vitívinícola del Penedès ha recibido como un jarro de agua fría la propuesta de la consejera Montserrat Tura, ya que obligaría prácticamente a descartar el vino y el cava en una comida -por moderado que fuera el consumo- si luego hay que conducir.
A Siurana le han llegado en las últimas semanas varias cartas remitidas por el sector vitivinícola con quejas contra el planteamiento de su compañera de Gobierno. Pero Siurana quiso ayer tranquilizar los ánimos de elaboradores y productores, y admitió que una medida de este tipo incluso haría inviable conseguir que los conductores "tengan el conocimiento suficiente como para saber qué es tolerable y qué no" en la conducción.
El consejero de Agricultura se mostró partidario de exigir control para que "todos tengan unos niveles de percepción absolutamente correctos durante la conducción".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de febrero de 2004