Con la muerte de la escritora británica Frances Partridge, testigo fiel del grupo de Bloomsbury, desaparece la última representante de un círculo literario del que fue figura central Virginia Woolf. Tenía 103 años.
Partridge, que comenzó a publicar bajo su nombre a los 78 años, era autora de una serie de diarios que recogen los avatares del famoso grupo artístico que tomó su nombre de un bohemio barrio de Londres y que tuvo como miembros a escritores, pintores y músicos de prestigio.
La escritora siempre defendió el valor artístico de ese círculo a pesar de reconocer que, en los últimos años, ha sido objeto de una adoración "sensiblera".
"Se trataba de la amistad y de buscar la verdad. Ésa fue la gente con la que pasé mi vida, me gustaba ese ambiente y también las cosas de las que se hablaba", escribió.
Criticado por algunos a causa de su elitismo, el grupo de Bloomsbury alcanzó su apogeo a comienzos del siglo XX y sus miembros compartían unas conductas sexuales que rompían con los convencionalismos de la época victoriana.
Entre otros, formaron parte en algún momento del grupo de Bloomsbury los escritores E. M. Forster, Gerald Brenan y Somerset Maugham -"debería estar en una jaula de reptiles", dijo de él la literata-, el filósofo y matemático Bertrand Russell y Ralph Partridge.
Frances se casó en 1932 con Ralph Partridge, quien en aquel momento tenía relaciones sentimentales con Lytton Strachey y Dora Carrington. El matrimonio duró hasta la muerte del escritor, en 1960, y posteriormente la escritora perdió a su único hijo, a causa de un ataque al corazón.
Como obra literaria, publicada de forma tardía, ha dejado una aplaudida biografía de Julia Strachey, de quien era amiga desde niña, dos volúmenes de autobiografía y, sobre todo, sus siete volúmenes de diarios.
Frances Partridge murió el jueves en su casa del elegante barrio londinense de Belgravia, rodeada por fotos de antiguos conocidos ya fallecidos, como Duncan Grant, Vanessa Bell y Dora Carrington. La autora, que aprendió a utilizar Internet cuando tenía 100 años, estuvo "feliz y fue capaz de hablar hasta hace muy poco", según declaró su editor, Paul Levy, al diario The Daily Telegraph.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de febrero de 2004