El hotel de cuatro estrellas del pasaje de Aragó, en el Eixample barcelonés, ha reanudado las obras seis meses después de que el Ayuntamiento de la capital catalana obligara a paralizarlas. Los servicios centrales de urbanismo han concedido la licencia de obras a los promotores después de comprobar que su solicitud se ajusta ahora a lo que establece la normativa vigente y que se ha restablecido la disciplina urbanística.
Los vecinos del Eixample fueron los primeros en alertar el pasado mes de julio de las irregularidades de la obra situada entre las calles de Villarroel, Casanova y Consell de Cent. Según comprobaron posteriormente los técnicos, además de no respetar los seis metros de distancia respecto a los inmuebles colindantes, no todos los trabajos en marcha disponían del permiso correspondiente.
Frente a este caso claro de indisciplina, la municipalidad ordenó la demolición de una planta de la estructura de hormigón que se había levantado a tan sólo 5,20 metros de la pared del bloque más próximo, es decir, 80 centímetros más cerca de lo permitido. El Ayuntamiento abrió un expediente sancionador que, según la concejal del Eixample, Assumta Escarp, se sigue tramitando. Sin embargo, y mientras se fija la sanción a que haya lugar, lo más gravoso para la propiedad han sido los meses que la obra estuvo parada.
Para evitar que se repitan situaciones indeseadas, los técnicos municipales ordenaron a los promotores que, para solicitar la licencia, agruparan todos los proyectos que se vayan a realizar en un único expediente. La constructora había empezado a trabajar antes de disponer de la licencia de algunas partes y en otras, como el aparcamiento subterráneo, se hicieron tres plantas en lugar de las dos autorizadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de febrero de 2004