Los niños de la imagen se afanan en aprender a tocar la txalaparta con instrumentos adaptados a su edad. Están en la escuela Lur Soi-nuak, que dirige en Bilbao el músico Kepa Junquera. Para este trikitilari el intérprete folk del futuro tendrá que tener una sólida formación y conocer todas las músicas. También deberá estar versado en distintos instrumentos. Tanto él como Sabin Bikandi, director de BilbaoMusika, coinciden en que la enseñanza juega un papel fundamental en el desarrollo de la música tradicional vasca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de febrero de 2004