El Instituto de Estudios Sociales Avanzados y la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta presentaron ayer un estudio que desmitifica el atractivo de la vida urbana. A pesar de que la mayoría de los andaluces vive en ciudades, un 74% considera que los pueblos ofrecen más calidad de vida, y a más de la mitad le gustaría que sus hijos crecieran en ellos. Sin embargo, echan en falta infraestructuras y servicios.
La situación del campo andaluz ha mejorado considerablemente en los últimos 20 años, según la encuesta Agricultura y sociedad rural en Andalucía que presentaron ayer el consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, y el sociólogo del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía Eduardo Moyano. Casi nueve de cada 10 andaluces, el 87,2%, considera que la situación ha mejorado "mucho o algo", frente a un 5,2% que opina que ha empeorado.
El estudio, que aborda la percepción y actitud de los andaluces respecto a los temas agrarios y rurales, rompe tópicos respecto a las diferencias entre campo y ciudad con datos como que un 67,5% de los jóvenes -"tradicionalmente atraídos por la vida de la ciudad como expresión de libertad", según el estudio- prefiere la vida en núcleos urbanos pequeños.
Los datos, resultantes de 3.200 encuestas presenciales realizadas entre marzo y abril del pasado año a residentes en Andalucía entre los 18 y 70 años, señalan que, a la hora de formar una familia y ver crecer a los niños, un 35,8% cree que un pueblo grande sería el entorno ideal, frente al 21,6% que prefiere uno pequeño, y el 30,6% que escogería una ciudad. Sin embargo, para los consultados el talón de Aquiles de los pueblos es la falta de infraestructura y servicios (65,2%), y el paro la inseguridad laboral (48%).
Los pequeños agricultores son los que más preocupan. Un 62% considera que su situación es mala o muy mala y un 65,7% opina que son los más perjudicados por la Política Agraria Común (PAC). Con respecto a esta situación, el consejero de agricultura aseguró que "el mejor reparto" de las ayudas es algo compartido desde la Junta "desde hace muchos años" y que "la principal preocupación" sigue siendo el paro y la creación de riqueza.
Más de la mitad de los consultados cree que el dinero público destinado a proteger a los agricultores es insuficiente y a un 45% le parece "mal o muy mal" que la UE subvencione cada vez menos los productos agrícolas, y dé más recursos para la protección del medio ambiente y el desarrollo rural. La mayoría de los consultados considera que las ayudas deben condicionarse a las producciones de calidad -un 63% pagaría más por productos impuestos si a cambio obtuviera productos de mayor calidad-, la creación de empleo y la protección del medio ambiente.
A la hora de afrontar los retos del futuro los consultados consideran que el relevo generacional es una de las principales dificultades con la que se enfrentan los agricultores. Y añaden el hecho de que no se haga una buena comercialización de los productos agrarios y la mentalidad conservadora de los agricultores andaluces.
La encuesta muestra un gran desconocimiento de la PAC. Algo menos de la cuarta parte de la población reconoce haber oído hablar de ella y los porcentajes de los que opinan que ha perjudicado a la agricultura andaluza y los que aseguran que le ha beneficiado son similares. Destaca que un 31,6% no ha sabido determinar si beneficia o perjudica y que los que viven en zonas rurales, pueblos pequeños y medianos, son los que ponen "más énfasis"en su respuesta. Seis de cada 10 no han oído hablar de la ampliación de la UE hacia el Este y más de la mitad opina que perjudicará a la agricultura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de febrero de 2004