Un raro ecosistema, el bosque nublado, es el entorno natural más amenazado por el calentamiento global, según un informe de la Unión Mundial para la Conservación. Los datos se presentaron ayer en la jornada inaugural de la VII Conferencia Mundial sobre Biodiversidad que -organizada por la ONU-, reúne en Kuala Lumpur (Malaisia), a 118 países, entre ellos España. El objetivo de la reunión es analizar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en 1992 en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, para frenar la pérdida de biodiversidad.
El bosque de niebla ocupa el 2,5% de las selvas tropicales y subtropicales del mundo, y recibe su nombre porque se sitúa a la altura de los mares de nubes (unos 1.500 metros), de los que, por condensación, obtiene agua. Un agua que abastece a millones de personas, fundamentalmente en países en desarrollo -Asia, Latinoamérica y África-.
El bosque de niebla es el hábitat de miles de especies en peligro de extinción, como el gorila de montaña, en África; y el quetzal, en Latinoamérica. La llamada laurisilva del parque nacional de Garajonay, en la isla de La Gomera, es la principal reserva de este tipo de bosque en Europa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de febrero de 2004