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PANTALLA INTERNACIONAL

La Pasión según Mel Gibson

Después de una larga fase de pases previos ante audiencias escogidas, de polémicas, de declaraciones incendiarias y de artículos no menos encendidos, se acerca el momento del estreno -el día 25, Miércoles de Ceniza- de La Pasión de Cristo, la última película de Mel Gibson. Algunos de los que la han visto aseguran que Gibson, que ha dirigido, elaborado en parte el guión y financiado los 25 millones de dólares del presupuesto, se toma todas las libertades para describir las supuestas 12 últimas horas de Jesús desde una perspectiva claramente antisemita: los perversos judíos que torturaron hasta la muerte a Cristo. Otros creen que se trata de un gran testimonio, a pesar de las licencias y arrebatos de imaginación que se ha permitido el guión: se le atribuye al Papa la frase "Es como fue", y se le atribuyen a Billy Graham, "padre" de los evangelistas de EE UU, lágrimas de emoción después de ver la película.

Gibson, encantado del tumulto y de la publicidad gratuita, y que financia, además, un grupo religioso católico ultra, acaba de decir que lo que le llevó a hacer la película fue la necesidad de preguntarse sobre su propia vida y dice: "No soy un antisemita, y la película tampoco, según me han dicho muchos judíos que la han visto".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de febrero de 2004