En sus 18 años al frente de la Universidad Politécnica de Valencia, Justo Nieto (Cartagena, 1943) ha demostrado tanto afecto por el cargo -considera la vida de rector "muy plena, riquísima"- como poca inquietud por volver a la docencia en su calidad de catedrático de Cinemática y Dinámica de Máquinas. De hecho, con la renovación de su mandato, esta sería su sexta elección, su trayectoria como gestor superaría a la docente en lo que constituiría un hecho insólito para la biografía de un universitario que no ha saltado a responsabilidades políticas o empresariales fuera de la institución educativa.
Rector muy viajero, desconfiado y astuto, Nieto ha conformado la Universidad Politécnica a su imagen. Aun así, en la anterior elección estuvo a punto de verse desbancado, lo que ha llevado a que, tanto él como su equipo, hayan preparado minuciosamente esta vez la estrategia de una campaña que se presentaba complicada, sobre todo por la amenaza de la segunda vuelta, que podía permitir a la oposición, inicialmente dividida entre tres candidatos, aglutinar su voto para vencerle. Los recelos se hicieron ayer realidad. Pese a su amplia mayoría, la segunda vuelta pone en apuros a una figura casi incombustible.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de febrero de 2004