Más de medio millón de niños han sido reclutados por fuerzas armadas gubernamentales, grupos paramilitares, milicias civiles y grupos armados no estatales de diversa índole en más de 85 países de todo el mundo. Trescientos mil de ellos combaten directamente en conflictos armados en 35 países. Los programas de desarme, desmovilización y reintegración han ayudado a algunos niños soldados a reincorporarse a la vida civil con sus familias y comunidades, pero sigue habiendo muchos otros en situación de abandono.
Ayer, día mundial contra el uso de niños soldado, las organizaciones Amnistía Internacional y Save the Children presentaron la Coalición Española para acabar con esta práctica infame. Esta Coalición se une a los más de 40 grupos nacionales que forman la coalición internacional con el mismo nombre, fundada en 1998. El objetivo es acabar con el reclutamiento y participación en conflictos armados de niños menores de 18 años.
La recién formada Coalición Española exigió ayer en rueda de prensa en Madrid a los países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que condene de forma "inequívoca" esta práctica, que "señale a los culpables" y decrete un "embargo efectivo de armas a los gobiernos y a los grupos armados" que usan niños soldado.
"El Consejo de Seguridad debatió entre el 20 y el 21 de enero, a iniciativa de Francia, una resolución sobre el tema, pero 20 días después sigue sin haberse aprobado", lamentó Esteban Beltrán, director de la sección española de Amnistía Internacional. Beltrán informó de que la Coalición ya se ha dirigido a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -EE UU, Rusia, Francia, Reino Unido y China- "que exportan el 90% de las armas de todo el mundo", además de al Gobierno español, para que adopten una resolución que ponga fin al reclutamiento de niños.
Por su parte, el director general de Save the Children, Alberto Soteres, afirmó que el reclutamiento de niños es "la práctica que más derechos de los niños y Derechos Humanos en general conculca per se, ya que viola los derechos a la educación, a una infancia feliz o a la propia vida".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de febrero de 2004