En EL PAÍS se publicó -el día 11 de febrero- una nota sobre la película Memorias del saqueo, de Fernando Solanas. Más allá de las apreciaciones que hace el crítico, es necesario señalar que ella contine afirmaciones notoriamente incorrectas. Los lectores de este diario, y su amplio prestigio internacional, merecen que en él haya siempre un estricto apego a la verdad.
En especial debo senalar que:
1) No es verdad que Solanas haya sido diputado del Partido Justicialista; él fue opositor del Gobierno menemista desde el primer momento, por sus declaraciones fue objeto de cuatro reclamos judiciales realizados por Menem y víctima de un atentado con seis tiros en sus piernas. Solanas fundó el movimiento político llamado Frente Grande, predicando esa oposición fue diputado por este partido.
2) No es correcto afirmar, mediante un juicio categórico universal, que esa película "merece el calificativo de panfleto que no molesta". Ha también merecido otros calificativos; el diario La Nación, por ejemplo, afirmó que Memorias del saqueo "es una obra necesaria y conmovedora", (nota de la periodista y escritora María Seoane). Por su parte, la trayectoria democrática y cultural de Solanas, ampliamente reconocida y premiada en los principales festivales del mundo, que se integra con esta película, mereció los elogiosos conceptos expresados por el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, señor Joschka Fischer, en el momento en que le hizo entrega del Oso de Oro.
3) No es verdad que "... Solanas escamotea... el desastre de las empresas estatales...". Una observación atenta de su película permite advertir que en ella se señala la corrupción que, desde dentro de esas empresas, se puso al servicio del proceso privatizador.
4) El señor Jorge Álvarez no es el director del Instituo Argentino de Cinematografía, como se afirma en la nota. Ese instituto tiene otro nombre, no tiene director, y en él Álvarez es su vicepresidente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de febrero de 2004