Estudio de E. Zakon, 1953
Esta composición dejará una honda huella en el lector no experto porque ilustra un avanzado mecanismo para hacer tablas en una situación que parece desesperada. Lo primero que debe mirarse es si hay alguna manera de capturar o controlar el peón de c2, aun a costa de perder un caballo. En efecto, al cabo de unos segundos encontramos la idea 1 Cf3+, R - g2 2 Ce1+, Rf2 3 C - c2, c4 4 Cd4, Re3 5 Re6, Rd3 6 Cb5, Re4 7 Rd6, Rd3 8 Rc5, y las blancas no sólo hacen tablas, sino ganan. Entonces, ¿dónde está el problema? Pues en que, tras 1 Cf3+, el rey negro no captura el caballo, sino que se va al rincón. Ya no hay jugadas legales que eviten la transformación en dama del peoncito de c2. Lo normal sería tirar la toalla en ese punto, pero el enunciado del diagrama nos incita a seguir buscando lo imposible. El truco tiene que estar conectado con la situación arrinconada del rey negro. Si entre los dos caballos le cortasen todas las salidas del rincón, la dama sola no podría dar mate. Pero ambos corceles deberían defenderse mutuamente, y además uno de ellos tendría que evitar la captura del peón c3. ¿Cómo hacer todas esas acrobacias si, además, un jamelgo está amenazado? De pronto encontramos una vereda hacia lo imposible: 1 Cf3+, Rh1 2 Cg1!!, c1=D (si 2... R - g1 3 Cf4, Rf2 4 Cd3+, Re2 5 Cc1+, Rd2 6 Ca2, c1=D 7 C - c1, R - c1 -o también 7... R - c3- 8 Re6, Rc2 9 Rd5, tablas; y si 2... R - g2 3 Ce2, Rf2 4 Cc1, Re3 5 Re6, Rd2 6 Ca2, c1=D 7 C - c1, R - c3! -pero no 7... R - c1?? 8 c4, ganando-, y tablas de nuevo) 3 Ce2, Df1+ 4 Cgf4, misión cumplida, justo a tiempo. Los caballos controlan h3, g3, g2 y g1, y por muchos jaques que dé la dama, ninguno será mate sin la ayuda de su monarca. Tablas milagrosas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de febrero de 2004