La historia de la misteriosa desaparición del candidato presidencial ruso Iván Ribkin se complica cada día más con nuevas explicaciones. Ribkin declaró ayer en Londres que había sido raptado y drogado por unos secuestradores, que le habrían tendido una encerrona en Ucrania, y manifestó que no regresará a Rusia hasta después de los comicios del 14 de marzo.
El candidato, que dio una rueda de prensa en compañía de su patrocinador, el magnate exiliado Borís Berezovski, advirtió sobre la existencia de una "repulsiva" cinta de vídeo destinada a "comprometerle", pero se negó en redondo a dar a detalles sobre su contenido. "Lo que me pasó fue algo horrible", dijo Ribkin, que se ha sometido a exámenes médicos en Londres. En el pasado, los servicios de seguridad rusos arruinaron la carrera del fiscal general Yuri Skurátov al filmarlo con prostitutas.
Ribkin, que no dio señales de vida durante cinco días, dijo haber ido a Ucrania para negociar con el separatista checheno Masjádov. En Kiev, habría sido conducido a un apartamento donde se le sirvió un té y bocadillos y habría perdido el sentido. Cuatro días después recobró el sentido en un apartamento distinto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de febrero de 2004