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FÚTBOL | 24ª jornada de Liga

El Madrid considera que su rival "vino a no perder"

"El Madrid mereció ganar", sentenció Ronaldo, empeñado en hablar de fútbol y no del arbitraje. "Siempre buscamos la victoria. El Valencia vino a encerrarse atrás, a defenderse". Queiroz vio cosas parecidas: "El Valencia jugó para no perder y para sacar un empate y casi gana. El único que ha intentado ganar el partido ha sido el Madrid, que siempre ha luchado por derribar la muralla defensiva del Valencia. El Madrid jugó para ganar ante un equipo que se cerró atrás y apostó por el contraataque hasta el final".

En el otro bando, la percepción fue radicalmente dsitinta. "Mi equipo ha creado situaciones de peligro desde el minuto uno", señaló Benítez. "A medida que pasaban los minutos el Valencia era cada vez más superior. La mayoría de las acciones del Real Madrid han sido a balón parado a diez o veinte metros del área, que nos han ido pitando y pitando y pitando".

Inevitablemente, la labor arbitral acababa impregnando cualquier comentario. Baraja, sin embargo, logró mantenrse al margen. "El Madrid es un equipo que te hace 10.000 ocasiones de gol, y hoy [por ayer] creó muy pocas. No les hemos dejado jugar".

Hubo intercambio de golpes ayer en el medio campo del Bernabéu, verdadero atolladerro, terreno abonado a las cartulinas amarillas. Beckham y Guti, la pareja de medios centro improvisados que mueven al Madrid esta temporada, recibieron cada uno una tarjeta amarilla que no les permitirá jugar contra el Espanyol en Montjuic, la próxima jornada. Las tarjetas pusieron de manifiesto el nuevo talante de estos dos jugadores, que han forzado su naturaleza creativa para cumplir un trabajo organizativo en los barracones de la zona ancha.

Tan pocas emociones se vivieron en el Bernabéu con el balón en movimiento como cuando estaba quieto. A balón parado el Madrid sigue siendo una lástima. En el primer tiempo dispuso de cinco ocasiones para marcar al borde del área de Cañizares, dos de Beckham y tres de Roberto Carlos. El caso es que las cinco pelotas tuvieron un destino banal: la barrera o la grada. Sorprende la caída que ha sufrido Beckham en la práctica de un arte que lo ha hecho famoso y millonario.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 16 de febrero de 2004