El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el líder de Esquerra Republicana (ERC), Josep Lluís Carod-Rovira, afrontaron ayer por la mañana, en una reunión en el despacho del primero, las diferencias entre ambos, puestas de manifiesto el domingo por el propio Maragall cuando dijo que había perdido la confianza en el ex conseller en cap, aunque no en su partido. Fuentes de Presidencia indicaron que Maragall se mostró satisfecho por el resultado de la reunión. El presidente reiteró al ex conseller en cap sus exigencias de que explique la reunión con ETA para garantizar el "respeto institucional" al Gobierno central.
Según fuentes del partido republicano, Carod calificó también de positivo el encuentro. La dirección de ERC acordó el lunes expresar al presidente "su inquietud y malestar" por su toma de posición del domingo, cuando insistió ante los asistentes a la clausura de la Escuela de Invierno del PSC que Carod debe explicar todo lo relativo a la reunión que mantuvo con ETA si quiere retornar a medio plazo al Gobierno catalán. Pero, muy en particular, los republicanos querían advertir a Maragall de que debe renunciar a introducir diferencias entre Carod y la dirección del partido.
El presidente afronta esta tarde en el Parlamento catalán la sesión de control al Gobierno en la que los líderes de la oposición le exigirán de nuevo que precise el alcance de la pérdida de confianza en Carod y aclare si todavía piensa nombrarle de nuevo conseller en cap en el caso de que éste cumpla con las condiciones que le ha impuesto.
El propio Carod se refirió a estas condiciones en sus comparecencias de ayer por la mañana. En una de ellas afirmó que ya ha explicado todo los que tenía que explicar sobre su encuentro con ETA. En otra precisó que lo que tuviera que explicar a Maragall se lo diría "en la intimidad".
El desarrollo de la reunión permitió a Carod garantizar a Maragall la continuidad del Gobierno tripartito, sobre la que los grupos de la oposición no cesan de especular.
Carod defendió ayer en una conferencia de prensa "la cultura del diálogo" como método para afrontar los problemas políticos y acusó al PP de utilizar la política antiterrorista "en beneficio electoral propio y para hacer chantaje moral al PSOE". De nuevo en campaña, el secretario general de ERC rechazó que Aznar se erija en "árbitro de la ética política" cuando "todavía no ha condenado el franquismo y ha condecorado a título póstumo a Carrero Blanco".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de febrero de 2004