El Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Vitoria ha condenado al Servicio Vasco de Salud-Osakidetza a pagar 112.000 euros a la familia de Kepa González Chaos, un hombre de 36 años que falleció una semana después de someterse a una operación de reducción de estómago. El fallecido, que pesaba 170 kilos cuando entró en quirófano, llevaba dos años esperando para someterse a la operación, según publicaba ayer El Correo. La muerte fue causada por "edema pulmonar". La sentencia establece que el retraso agravó las dolencias causadas por el exceso de peso del paciente.
Los familiares de González interpusieron una demanda contra Osakidetza para demostrar que "el deterioro físico" que sufrió esos dos años "fue la causa de su muerte" y que existió "negligencia médica". También alegaron que no fueron informados de los riesgos reales que corría. El juez ha estimado parcialmente el recurso y reconoce que se informó al paciente de forma correcta y que no existió una deficiente práctica médica. Sin embargo, considera probado que hubo demora en la intervención. La sentencia da la razón a la familia de la víctima al reconocer que ese retraso agravó las dolencias del joven, "en especial las respiratorias, que, a la postre, llevaron al fallecimiento".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de febrero de 2004