El director de cine Miguel Olid (Sevilla, 1965) retrata la vida de los padres tras la muerte de un hijo en una película documental. Olid presentó ayer Sobrevivir a un hijo en el Pabellón de Uruguay, en Sevilla, en un acto organizado por el Servicio de Promoción Cultural de la Universidad de Sevilla. "Mi objetivo es ayudar a otros padres que pasan por esta situación", afirma el director de cine sevillano.
"La idea de hacer esta película se me ocurrió cuando tuve mi primera hija. Todos los que tenemos hijos sentimos miedo de que les pase algo. Alguna vez he pensado que si a mis hijas les pasara algo me moriría. Hacer está película era una manera de exorcizar el miedo, de afrontarlo y mirarlo cara a cara", relata Olid.
El cineasta sopesó su proyecto en la cabeza durante más de cuatro años. "Iba postergándolo hasta que quizás un proceso de maduración me llevó a rodar el documental", explica. "La película cuenta la historia de siete padres que están en proceso de superar la muerte de sus hijos, que apuestan por vivir y salir adelante", dice. "Se cuenta cómo esos padres están saliendo de ese infierno", agrega el cineasta.
"Es curioso. Muchos de esos padres acaban colaborando con ONG. Ese esfuerzo de salir adelante les sirve para tratar de ser mejores personas y de vivir con dignidad en homenaje a esos hijos que les faltan", comenta Olid. "El amor hacia los hijos fallecidos se mantiene invariable -o crece- con el paso del tiempo", indica el director de cine.
La película, que dura 58 minutos, ha sido producida por Uluru, IPC y Kines en asociación con Azul videoproducciones y con la colaboración de digitsuit. La película, que no ha contado con apoyo público, ha costado alrededor de 48.000 euros. "Hay interés de Canal Sur en participar en el documental con su emisión", dice Olid, que ve muy complicado su estreno en cine. En la película han participado Carmen López, Carlos Hernández, José Méndez, Sonia Flores, Paquita Toro, Trinidad Jiménez y Ana Sol Domínguez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de febrero de 2004