La plantilla del Espanyol está hecha un lío, al punto de que en el vestuario se extiende la sensación de que hay un laberinto por pizarra o que, al menos, no hay manera de visualizar ni descifrar los partidos que se vienen encima. Desde la llegada de Luis Fernández, el equipo ha cambiado su dibujo táctico tantas veces como jugadores han pasado de titulares a suplentes cuando no a inquilinos de la grada. Es decir, cada semana ha habido novedades. Frente al Madrid, de momento, la consigna que los jugadores han recibido del entrenador es la siguiente: "Les he dicho que se dejen la cámara de fotos en casa". Fernández, por lo demás, trabajó en el entrenamiento de ayer con una alineación. Visto lo ocurrido en partidos anteriores, nadie la da, sin embargo, como definitiva.
A los futbolistas les sobran razones para desconfiar de los planes de Fernández. La semana pasada, en la visita a Málaga, por ejemplo, Jordi Cruyff pasó de ser suplente por la mañana, a tenor de la charla táctica, a titular por la tarde. A juzgar por el ensayo de ayer, el Espanyol recibirá hoy al líder con los jugadores que son de la mayor confianza del preparador, es decir, con cuantos han llegado al club blanquiazul en el mercado invernal, ya con él en el banquillo, salvo Raducanu.
El propio Fernández alimentó las dudas en la conferencia de prensa posterior al entrenamiento: "Puedo hacer muchas cosas y combinaciones. Ya veremos. Igual hay sorpresas y lo que se ha visto ahora [pese a que el entrenamiento se celebró a puerta cerrada, se descubrió la alineación] igual al final no vale".
Los hay que van con la mosca tras la oreja. Entre ellos, Bartolomé Márquez, el técnico del filial, que el domingo afrontará un importante partido en Cartagena. Fernández ha convocado a tres jugadores de su cuadro -Jarque, Héctor y David-, además de a Carlos García, que ayer formó como lateral derecho. A todos ellos, no obstante, se les ha reservado un billete para mañana, vía Alicante, por si no se alinean ante el Madrid y pueden jugar con el Espanyol B.
La misma incertidumbre sobre su alineación tiene Cruyff. Puesto como referente por el propio entrenador en los primeros partidos, teme perderse hoy un partido especial. Y es que el pasado martes se cumplieron 30 años del 0-5 que el Barça, liderado por Johan, su padre, le endosó al Madrid en el estadio Bernabéu. El recuerdo de aquel encuentro excita tanto a Jordi con vistas a la visita, hoy, del equipo madridista que abandonó el entrenamiento de ayer con mala cara, sin ganas de charla, una vez que no se vio en el equipo titular dispuesto por Fernández.
En el Madrid, mientras tanto,los jugadores comienzan a pensar en su viaje a Múnich para jugar contra el Bayern, el martes que viene, en la Liga de Campeones. Puesto a motivarles, el técnico, Carlos Queiroz, jura que el partido de Montjuic "no será un calentamiento". Y, puesto a buscar una expresión que supere la de "calentamiento", remacha con reminiscencias portuguesas: "¡Vamos a salir torrados [quemados, en el sentido de darlo todo]!". Beckham y Guti se perderán el partido por sanción y serán relevados por Borja y Solari. Figo, que regresó del encuentro amistoso Portugal-Inglaterra (1-1) con un golpe en el muslo izquierdo, podría quedarse en el banquillo por precaución.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de febrero de 2004