El déficit público portugués en 2003 fue de un 2,8% del producto interior bruto (PIB), situándose por segundo año consecutivo por debajo del límite del 3% impuesto por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona euro (PEC). El primer ministro, Durão Barroso, espera ahora que la Comisión Europea acabe con el expediente por déficit excesivos que abrió contra Portugal en 2001.
Bruselas advirtió también a Lisboa de que sólo reformas estructurales pueden sanear las cuentas públicas y que la suspensión de la inversión adoptada por Barroso podía ahogar la economía. Portugal está en recesión desde finales de 2001, resultado también de la coyuntura internacional poco favorable. Barroso fue uno de los líderes europeos que la semana pasada envió una carta a la Comisión para pedir el cumplimiento "no discriminatorio" del PEC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de febrero de 2004