Vista y oida la entrevista del señor Rajoy en Telecinco me siento realmente preocupada. Dice que se entrevistará con todos los presidentes autonómicos (incluido el señor Ibarretxe, si éste se lo pide), que se preocupará del empleo precario, de los precios de la vivienda, ¿pero éste señor no ha estado ya en el Gobierno del PP? No sé, pero últimamente no hago más que oír hablar del "talante personal" del señor. Rajoy como persona más dialogante que el señor Aznar. La verdad es que me asusta que el "talante personal" de los candidatos a la presidencia del Gobierno sea el que marque la práctica de Gobierno. Yo pensaba que nosotros, ciudadanas y ciudadanos de a pie teníamos la capacidad de influir por lo menos con nuestro voto y nuestros representantes en el Parlamento para legislar, pero tal como están las opciones políticas y los medios de información, esto está ya desfasado. Se me ponen los pelos como escarpias, cuando pienso a lo que nos llevó un determinado talante personal como el de Franco, a lo mejor estoy equivocada y su política no fue sólo producto de su "talante personal", si no de el ideario fascista apoyado por la Iglesia y determinados sectores económicos. ¡No sé! Estoy hecha un lío. Vamos a ver en unas elecciones ¿no votamos una opción política? Es que no me aclaro, perdonen mi ignorancia, pero ya estoy un poco harta de lo de "talante personal". ¿Quiere esto decir que la situación de precariedad laboral, la privatización de "lo público", la enseñanza religiosa en la escuela Pública, el precio y acceso a la vivienda, la falta de una legislación integral sobre la violencia de género, y tantos etcéteras, dependen del "talante personal" del presidente del Gobierno? Pues si a esto se resumen las elecciones generales dejémonos de historias y a los candidatos un casting como en Gran Hermano para ver la fortaleza psicológica del candidato y que de paso les hagan un test psicológico que evalúe su "talante personal", su "perfil psicológico" y su "predisposición al diálogo" y dejémonos de pamplinas sobre el programa de Gobierno, opción y adscripción ideológica, perspectivas de futuro, etcétera... ya que parece ser que, como decía Norberto Bobbio: "Las ideologías han muerto". ¡Pues viva el psicologismo! ¡Muera la ideología! Estamos en el fin de la Historia que anunciaba Fukuyama. Así nos va.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de febrero de 2004