Casi un centenar de personas asistieron ayer en el cementerio donostiarra de Polloe al homenaje al dirigente socialista Enrique Casas, asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas hace ahora 20 años. Su viuda, la eurodiputada del PSOE Bárbara Dührkop, y uno de sus hijos estuvieron acompañados por dirigentes como el secretario general del PSE, Patxi López, Rodolfo Ares y Txiki Benegas, además de los candidatos guipuzcoanos Manuel Huertas, Alberto Buen y Elvira Cortajarena. Durante el acto político previo a la ofrenda floral, López abogó por mantener la unidad democrática frente a ETA y censuró el uso partidista de la lucha contra el terrorismo.
Dührkop lamentó que dos décadas después del asesinato de su marido "nada ha cambiado", porque los partidos nacionalistas "han radicalizado sus posturas". Agregó que el mejor homenaje a las víctimas es "seguir unidos frente al terror de ETA"
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de febrero de 2004