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OPINIÓN DEL LECTOR

Pensamiento rural

Es evidente que Andalucía y Extremadura le queda mucho camino por recorrer en lo que respecta a nuestro progreso económico y bienestar social. Como extremeño de nacimiento y andaluz de adopción constato en mis desplazamientos por estas comunidades, que nuestro progreso está estancado en el pensamiento rural. Todavía hay charlatanes de feria y encantadores de serpiente que ayudan a decidir el sentido del voto para que continuemos con el progreso de la tortuga, es decir, crecemos pero de forma tan lenta e insuficiente que nuestro PIB sigue estando muy por debajo de la media nacional.

No queremos aprender a mejorar nuestra sociedad por méritos propios -sobretodo en las zonas rurales- preferimos las subvenciones y el subsidio y de esa forma son otros los que marcan los parámetro del progreso. Nos tiramos 40 años con la dictadura y muchos se sentían cómodos porque estaba garantizada la "estabilidad socioeconómica" del país y eso del progreso era sólo para Francia, Alemania, etc... Ahora nos tiraremos otros 40 años con el PSOE con nuestro conformismo en el bienestar social y Andalucía imparable, mientras vemos cómo otras comunidades (Madrid, Valencia) siguen mejorando sus índices de progreso y calidad de vida, cuando lo positivo, bueno y saludable en los regimenes democráticos para la salud del sistema es la alternancia en el poder, y desde aquí me congratulo por el cambio sufrido en Cataluña; otra cosa serán los resultados del tripartito (ya se verán).

Lo que sí tengo claro es que poner al frente del nuestras comunidades a personas cuya solvencia es dudosa en la gestión, sin referentes ideológicos futuristas pero fieles al partido, conlleva a retrasos en el progreso, aunque ellos mismos se autoproclamen "progresistas". No recuerdo haber leído en mi medio siglo de vida que en un periódico francés (Le Fígaro y Le Monde) elogien de forma relevante la política económica, antiterrorista y de progreso que ha llevado el Gobierno de Aznar a lo largo de sus ocho años; lo que debería de ser un orgullo para los españoles, aunque algunos le han llegado a calificar con desprecio como un don nadie. Qué casualidad, la revista Newsweek pone de ejemplo precisamente a don nadie para que los ingleses aprendan "la lección española".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de febrero de 2004