El Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs ha hecho llegar a la ATM (Autoridad del Transporte Metropolitano) su deseo de que los tranvías que morirán respectivamente en la plaza de Francesc Macià y Glòries se conecten entre sí con una línea que cruce la Diagonal entre estas dos plazas. Es el proyecto que defendieron CiU y el anterior Gobierno catalán y que cuenta con el rechazo total del Ayuntamiento de Barcelona ya que, afirman sus responsables, supondría el caos para el tráfico de superficie.
Entidades y vecinos de Sant Adrià han conseguido el apoyo del consistorio para su demanda respecto al tranvía y se han puesto a impulsar el proyecto de conectar con el tranvía Sant Adrià y la ciudad de Barcelona. Gregorio Camacho, concejal encargado de favorecer un pacto al respecto, sostiene que se puede potenciar el tranvía moviendo paradas de autobuses que aseguran una combinación entre los autocares, el tren y el tranvía.
Camacho sostiene que la pérdida de tiempo en los transbordos "dificultan el uso del tranvía", y por ello apuesta por conectar el Trambesòs y el Trambaix por la principal vía de la ciudad de Barcelona. El concejal no entiende la oposición del Ayuntamiento de Barcelona, que aduce que una línea de tranvía en superficie originaría graves perjuicios a todo el tráfico rodado de la ciudad. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, es partidario de una solución de consenso. No obstante, su departamento trabaja en una solución muy diferente: la unión de Glòries y Francesc Macià a través de la línea de Ferrocarrils de la Generalitat que ahora llega a Espanya y que se prolongará hasta Francesc Macià.
El Trambesòs presentará dos tramos de recorrido. El primero conectará Barcelona con Sant Adrià siguiendo la costa. Este tramo dará servicio al Fòrum y entrará en funcionamiento en el mes de abril. El segundo recorrido conectará Barcelona con Sant Adrià siguiendo una ruta interior. Las obras finalizarán, previsiblemente, en 2005. Una de estas líneas llega hasta Badalona. La alcaldesa de esta ciudad, Maite Arqué, que firmó el convenio de construcción de la línea y asistió a la colocación de la primera piedra, rechaza ahora esta línea. Una posición que incomoda al Gobierno catalán, partidario de respetar los compromisos contraídos libremente.
Gregorio Camacho subraya las carencias del transporte que vive Sant Adrià. La ciudad, opina, no está bien comunicada, especialmente hacia los centros de asistencia médica, como el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y el Espíritu Santo. Camacho cree que cabe pensar en microbuses que pasen por los barrios más necesitados de este servicio. Una solución ya ensayada en otros municipios.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 23 de febrero de 2004