El Hadi Merrouche confesó ayer ante el jurado ser el autor de la muerte de su cuñada, Malika, el 15 de marzo de 2002 y aceptó por ello 13 años y nueve meses de cárcel. El Hadi, de nacionalidad argelina, había llegado a España meses antes de los hechos. Ocupaba con su hermano y su esposa, Malika, y la hija de ambos, que aún no tenía un año cuando el acusado dio muerte a la mujer, en un piso del distrito de Algirós en Valencia. Aquella mañana, después de que a las 8.00 el hermano del procesado se fuera a trabajar como cada día, él y su cuñada discutieron -no explicó los motivos-. En la cocina, le dio en la cabeza y el cuello con un objeto contundente que le causó la muerte. Roció después el cuerpo de la mujer con gasolina, abrió la llave del gas y prendió fuego con la intención de simular un accidente. Los bomberos acudieron a un aviso de incendio, pero los agentes de homicidios descartaron enseguida el accidente. El Hada fue detenido un día después. Ayer asumió que efectivamente ocurrieron así y aceptó el acuerdo entre fiscal y defensa. El jurado emitirá veredicto en breve.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de febrero de 2004