¿Por qué en una misma familia que había consumido aceite de colza adulterado algunos de sus miembros contrajeron el denominado Síndrome del Aceite Tóxico y otros no? El enigma, que hasta hoy ha intrigado a los investigadores, puede tener una explicación de carácter genético, según científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS) de Barcelona.
Los primeros casos de Síndrome del Aceite Tóxico aparecieron en 1981. Un total de 20.195 personas resultaron intoxicadas, de las que 339 murieron en los primeros 20 meses. La causa de la enfermedad fue la ingesta de aceite de colza desnaturalizado con anilina que fue importado para uso industrial, aunque se distribuyó para consumo humano tras extraer la anilina en un proceso a altas temperaturas que dio lugar a sustancias tóxicas.
Las personas que enfermaron presentaban "una predisposición genética" que los autores del trabajo han relacionado la proteína haptoglobina, asociada a la sensibilidad del organismo ante agentes tóxicos. Joaquín Abián, uno de los autores del trabajo, explicó ayer que las cadenas de la haptoglobina pueden estar codificadas por tres alelos diferentes: 1s, 1f y 2. Los científicos han concluido que la primera variante genética de la proteína constituye un factor de riesgo de desarrollo de la enfermedad, puesto que estaba presente en más del 60% de las personas estudiadas que resultaron intoxicadas. El alelo 1f, en cambio, tiene un efecto protector ante el síndrome (menos del 25% de las personas expuestas al aceite que presentaban este alelo resultaron intoxicadas). Los investigadores han estudiado el suero de 86 pacientes mediante análisis proteómico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de febrero de 2004