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Elecciones 2004

Zapatero llamó a Rajoy para que templara ante Marruecos la ofensa de Trillo

Nada más conocer José Luis Rodríguez Zapatero las declaraciones ofensivas hacia Marruecos del ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, en la noche del pasado viernes, hizo un paréntesis en la batalla electoral para telefonear al candidato del PP y secretario general de ese partido, Mariano Rajoy. Zapatero estimó que había que tranquilizar al Gobierno de Marruecos para no hacer de este asunto una nueva crisis.

El líder socialista no ha querido utilizar este caso para zaherir al Ejecutivo al considerar que las relaciones con Marruecos tienen que preservarse de la campaña y confía, además, en que no se den pasos que irriten al país magrebí.

En efecto, la irritación se puede producir en cualquier momento si continúan adelante los planes gubernamentales de condecorar hoy a los militares españoles que tomaron el islote de Perejil, después de que Trillo, proclamara en la noche del viernes, en una cena con militantes del PP, que lamentaba no haber tomado la isla hace ocho años.

Moratinos interviene

Los socialistas no quieren enredar con este caso sino ayudar en lo que puedan. Por ejemplo, uno de los 10 notables nombrados por Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, diplomático, candidato a diputado por Córdoba, activó sus contactos con personalidades marroquíes como el embajador de ese país en España, Abdesalam Baraka, y el primer consejero del rey Mohamed VI, André Azulay, según confirmó a este periódico. ¿Por qué lo ha hecho? "Son asuntos de país, por encima de las elecciones", respondió.

El diplomático no dio cuenta de sus conversaciones pero las enmarcó en la necesidad de "calmar los ánimos", quizá porque él conoce el malestar que probablemente hubo tras las declaraciones del ministro de Defensa que el propio Trillo ha querido zanjar con la fórmula de que las da por "no dichas".

Probablemente el viaje de José Luis Rodríguez Zapatero a Marruecos, en diciembre de 2001, fue uno de los detonantes para que el presidente del Gobierno, José María Aznar, le retirara prácticamente la palabra. Tras ese viaje el líder socialista trató de informar personalmente a Aznar de sus conversaciones en privado con el rey Mohamed VI. Aznar no las quiso escuchar y el líder socialistas guardó y todavía guarda para sí esa conversación que no ha revelado nunca.

Zapatero considera que las relaciones con Marruecos están dentro de los "asuntos de Estado" y no quiere hacer de este tema materia de combate político.

Quizá por eso también guardará para sí la conversación que ha tenido con Mariano Rajoy sobre Marruecos aunque seguro que le pidió que se hicieran todos los esfuerzos para evitar el enojo del país vecino.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de febrero de 2004