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El juez decreta la prisión provisional y sin fianza para el padre y el tío del asesino confeso de Collado Mediano

El titular del juzgado número 5 de Collado Villalba que instruye el doble homicidio ocurrido el pasado 29 de diciembre en Collado Mediano decretó ayer por la mañana la prisión provisional y sin fianza para el padre y el tío del asesino confeso, Daniel Monzón Muñoz, de 28 años. Ambos familiares fueron citados a declarar, cuando el juez le comunicó su decisión, según señalaron fuentes judiciales.

El padre del asesino confeso, Daniel Monzón Rico, de 54 años, policía nacional destinado al Congreso de los Diputados, y su hermano Crisantos Monzón acudieron al juzgado sobre las 10.00. Ambos prestaron declaración ante el juez y los abogados de las distintas partes.

Igual que hiciera Crisantos Monzón el pasado lunes, el padre del asesino confeso se desdijo de parte de las declaraciones efectuadas en la sede judicial durante un careo entre los principales acusados. Señaló que él nunca había tenido en sus manos la pistola (del calibre 9 milímetros corto) con la que su hijo mató al constructor Ramón Luque, de 59 años, y a su hija Eva, de 27. Ayer señaló que dejó un rato solo a su hijo en el viaje a Portugal que hicieron horas antes de que Daniel matara a tiros a sus dos víctimas. La excusa que puso el policía nacional es que su hijo quería comprar un regalo a su novia. Mantuvo que no vio en ningún momento la pistola homicida. Ninguna de las partes personadas en el caso se creyó, según fuentes judiciales, esta nueva versión, ya que en las primeras declaraciones quedó claro que fue él quien dio el arma a su hijo.

También reconoció que Daniel hijo dijo, cuando estaban llegando a Madrid, que acababa de matar a Ramón Luque y a su hija. En ese momento afirmó que mataría a tiros al que delatara a su hijo. Él mismo lo reconoció ayer, aunque agregó que lo dijo en un momento de nerviosismo.

El juez hizo salir de la sala de interrogatorios a los dos acusados y comunicó a las partes que había aceptado la petición del fiscal y de la acusación particular de decretar la prisión preventiva y sin fianza de los dos. La Guardia Civil esperaba a ambos en la puerta del juzgado.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de febrero de 2004