Tiene toda la razón el ministro Rodrigo Rato cuando dice que la evolución de los salarios debería vincularse a la de la productividad, pero omite -¿por qué?- que España tiene una productividad muy reducida, y oculta -¿debido a qué?- que en la evolución de ese índice los asalariados -más los españoles- tienen bastante poco que decir.
Señor Rodrigo Rato, de doctor a doctor, la evolución de la productividad está vinculada a la inversión, al valor de lo producido, al nivel de infraestructuras y a la capacitación de la mano de obra, por citar tan sólo algunos de los parámetros de los que la productividad depende, parámetros en los que, desgraciadamente, España muestra -continúa mostrando- carencias estrepitosas y sobre los que el asalariado español tiene muy poco protagonismo. ¿De verdad desea usted vincular a esos parámetros los salarios en España?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 26 de febrero de 2004