Jordi Llopart (CiU) dejó ayer de ser alcalde de Creixell (Tarragonès) después de que prosperara una moción de censura impulsada por el Partido Popular, el partido independiente Units per Creixell (UPC) y una concejal tránsfuga que abandonó el grupo municipal socialista, que formaba gobierno con Llopart. Tras las elecciones municipales, PSC y CiU acordaron compartir la alcaldía, de tal forma que los nacionalistas la ocuparían los dos primeros años y los dos siguientes sería alcaldesa la candidata local del PSC, Montserrat Muñoz.
Este pacto quedó ayer truncado y el portavoz independiente, Teodoro Fuster (UPC), asumió la presidencia del consistorio, cargo que dentro de dos años cederá a Joan José Conesa, ex portavoz municipal del PP y expulsado del partido en virtud del acuerdo contra el transfuguismo aprobado, que penaliza que un partido vote junto a un concejal tránsfuga. Esta moción de censura llega en plena revisión del planeamiento urbanístico de Creixell y tanto CiU como el PSC han apuntado que los ex concejales del PP tienen intereses económicos para impedir la revisión del plan general que impulsaban Llopart y Muñoz.
El nuevo alcalde, Teodoro Fuster, negó ayer estas acusaciones y afirmó: "No tenemos intereses económicos ni urbanísticos". El pleno municipal extraordinario que se convocó para debatir la moción de censura se desarrolló en medio de una gran expectación vecinal y crispación entre los partidarios de unos y otros partidos. A causa de esa crispación, el nuevo equipo de gobierno municipal tuvo que abandonar el Ayuntamiento, una vez finalizado el pleno, con escolta policial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 29 de febrero de 2004