El consejero catalán de Economía y Finanzas, Antoni Castells, acometerá, aunque sin prisas, "retoques" en la ley catalana de cajas con el objetivo de reforzar el papel de la obra social como garante de la eficiencia de estas entidades, cuyo modelo actual se quiere preservar. Otras de las ideas en estudio consisten en profundizar en la aprobación de reglas de buen gobierno en este sector. En una entrevista a Europa Press, Castells subrayó que los cambios se realizarán respetando "la autonomía de las cajas".
"Se trata de profundizar en el papel de la comisión de control de la obra social", explicó el consejero, que no obstante subrayó que las cajas necesitan un periodo de "tranquilidad normativa" tras el alud legislativo del último año. Según Antoni Castells, vista la importancia de la obra social, "dividendo social" de las cajas, esta comisión de control, si se diseña bien, puede servir para ayudar a una eficiente gestión de las cajas" y "parece lógico que haya un mecanismo para poder garantizar esta eficiencia".
En la entrevista, Castells también se refirió al decreto aprobado la semana pasada por el Gobierno central que regula las cuotas participativas de las cajas y señaló: "Hay un peligro, que espero que no se materialice", en relación a su uso como vía para privatizar estas entidades. El consejero afirmó: "El decreto deja una puerta que, si se abriera más, podría terminar llevando a una privatización que no queremos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de marzo de 2004